Amsterdam, “el dique de tierra sobre el Amstel”, se distribuye bajo el nivel del mar en una serie de anillos de canales extensos, flanqueados de casas flotantes, por lo que no en vano se la ha denominado como la «Venecia de Norte».
Numerosos puentes unen los canales alrededor de la ciudad. Destacan sus edificios históricos y los museos de arte, entre los que se puede apreciar una de las mejores colecciones de pintura barroca del mundo. Resultan muy agradables los paseos en bicicleta o en barco por la ciudad.